EL SECULARISMO ES ATEISMO
No hace mucho tiempo, las grandes democracias occidentales se llamaban así mismas cristianas en su política y educación. Claro, no todos los políticos y educadores eran cristianos genuinos (nacidos de nuevo por la gracia de Dios por medio del Espíritu Santo) por lo que, no todo lo que se hacía en aquellas y por aquellas naciones era cristiano. Sin embargo, el punto de vista de casi todos era un punto de vista bíblico.
Por esta razón, las instituciones gubernamentales respaldaban las celebraciones cristianas. Aún los parlamentos tenían sus oraciones cristianas a diario. Las reuniones escolares iniciaban con una oración y hasta con el canto de himnos cristianos y aún los pasajes usados en clases de lectura contenían muchos pasajes tomados de la Biblia.
Todo esto en su mayoría se está perdiendo. Actualmente, cada vez más las actividades o expresiones públicas relacionadas con Dios o la Biblia están siendo restringidas. Las actividades respaldadas por el Estado deben ser seculares. Pero, ¿qué es secular?
Secular por definición significa “no relacionado con cuestiones religiosas o espirituales” según oxforddictionaries.com. Así que secular significa materialista o “sin tomar en cuenta a Dios”.
El término “secularismo” fue usado por primera vez por el ateo británico George Holyoake en 1851. El término “ateísmo” evocaba oposición, y por tanto debilitaba la promoción de la perspectiva mundial que excluía al Creador, así que Holyoake inventó el término “secularismo” que posteriormente los ateos adoptaron usando el término “secularismo humanista” que suena mejor que “ateísmo”.
Por lo anterior, podemos deducir entonces que la palabra secularismo no es más que ateísmo disfrazado. Desgraciadamente, países que alguna vez se reconocían como países cristianos se han convertido en seculares (o ateos) en sus instituciones públicas. ¿De dónde se originó tan drástico cambio? Veamos:
La invención del “mito de la creación”, esto es, la suposición de una creación sin la intervención de un Ser todopoderoso, abrió la entrada a un ateísmo muy agresivo. Esto se refiere a la evolución cósmica, es decir que Dios no creó nada sino que el Universo se hizo a sí mismo y por lo tanto, el hombre inventó a Dios y lo que conocemos como el relato de la Creación. Antes de Darwin, la única opción para alguien que no quería nada con Cristo Jesús como su Señor y Salvador era el deísmo, o la creencia en una deidad-creador desconocida en oposición, claro, al Dios de la Biblia. Esto explica en parte por qué los ateos se encuentran en el frente de batalla para enseñar en las escuelas y universidades acerca de la teoría de la evolución sin ninguna competencia o explicación alterna.
Este materialista mito de la creación fue aceptado ampliamente en las universidades por su atractivo para satisfacer el orgullo intelectual que prevalece en dichas instituciones. Este orgullo intelectual le permite al hombre pensar, erróneamente, que es él el que determina su propio destino y no Dios. Es bajo esta concepción puramente atea humanista de las instituciones educativas actuales, que los estudiantes que posteriormente llegan a puestos claves en la sociedad, obtienen su “educación”.
Fue entonces cuando la suposición de un “Big Bang” con su consecuente “evolucionismo” comenzó a inundar principalmente las instituciones de educación pública, adoctrinando a estudiantes de las nuevas generaciones en estas corrientes del nuevo pensamiento “secular”. Cualquier argumento en contra era, como desgraciadamente sigue siendo, aplastado fácilmente apelando al “conocimiento de los expertos (en educación, leyes, ciencia, sociología, etc.) de esta nueva corriente educativa” en las universidades.
Aunado a esto, el movimiento secular empezó a promover inmigraciones masivas de países sin educación y trasfondo cristianos creando un nuevo argumento, alegando que todo contenido cristiano debería ser removido de la vida pública porque podría ofender a alguien que no compartiera esas creencias. Las quejas de dichos inmigrantes eran muy pocas, pero era una estrategia efectiva para promover el ateísmo como la religión del estado.
Actualmente vemos con tristeza que los ateos han estado promoviendo sus creencias (el secularismo) con mucha fuerza en cada nivel social, especialmente en los medios de comunicación, la educación y en la política.
Mientras tanto, los cristianos se han dormido por completo menospreciando su tarea de ser luz y ser sal en el mundo, justificándose con una muy aceptada creencia de la “fe privada” donde la fe, es algo muy separado de la educación y de cualquier otra idea o pensamiento. Hoy en día hay iglesias con mucha actividad dentro de las congregaciones, pero muy poco fuera de ellas.
La Academia en Investigaciones Creacionistas provee información para contrarrestar las muchas facetas de la evolución y el secularismo, presentando ante todo y primeramente a la Palabra de Dios, la Biblia, como el relato verdadero de la historia del origen del Universo y el Hombre, así como el medio por el cual podemos recibir la revelación de nuestro pecado, nuestra necesidad de un Salvador, y del perdón que solo podemos obtener del gran Dios y Salvador Jesucristo.
Adaptado de “Secularism is Atheism” Creation Magazine, Vol. 37, No. 1. 2015. Página 6. Don Batten.
Aportación de José Luis de León